Salud

Ser la protagonista de una forma diferente

Ella quiere subir montañas cada vez más altas... Disfruta sus recorridos pero en el transcurso se encuentra con diversos miedos... El arte de lo dramático hace su escena en cada uno de sus acontecimientos, impidiendo que disfrute al 100% su desafío. Renegándose a seguir con esas sensaciones entremezcladas de miedo y querer cumplir con sus objetivos, llega a su encuentro con la psicología del deporte... Teníamos cerca de un mes para prepararnos, y así fue que asumimos el compromiso...

El miedo, como ya mencionamos en varias oportunidades, es milenario, se originó como mecanismo de defensa y adaptación para la supervivencia. Es un sentimiento aprendido desde pequeños, una respuesta que se da como resultado a la interpretación que hacemos de una situación, como un peligro presente e inminente. El conflicto aparece, cuando el miedo nos paraliza, nos limita y se interpone en lo deseamos hacer. Y cuando este miedo es generalizado, se convierte en paralizante. Teniendo en cuenta eso, lo primero que intentamos hacer fue circunscribirlo.

Recordemos: nuestra actitud depende de la manera en la que pensemos e interpretemos la situación, de lo que nos decimos a nosotros mismos (autodiálogo), como de las apreciaciones cognitivas que realicemos sobre la realidad. Ello va a afectar a nuestras emociones y, por lo tanto la manera en la que encaremos y llevemos a cabo nuestra ejecución de movimientos para enfrentar nuestro objetivo.

Ahora bien, partimos de la base que tanto el miedo como los pensamientos negativos podemos controlarlos. Así como fueron aprendidos, pueden rea-prenderse, modificarse y volverse productivos. Y en este punto, será el autodiálogo uno de los principales responsables: el miedo dependerá de como el deportista se hable a sí mismo, que mensajes se dirige (hablados o más bien internos), sean estos positivos (dirigidos al control), o negativos (sumamente autocríticos).

En esta búsqueda, sin pausa pero sin prisa, con varias actividades que fueron más allá de la palabra, empezamos a encontrarnos frente a frente con esos pensamientos que le aparecían, cada vez que intentaba enfrentar una cuesta o subir una montaña... Hasta que un primer punto de quiebre tuvo lugar, en un momento ella refiere algo así como: "al final entendí que no se trataba de pensar tanto, simplemente había que subir y bajar"... Entre risas y chistes apareció la famosa negociación mente- cerebro... Un cerebro que quiere quedarse al resguardo en su casa con la tele calentito y una mente que quiere desafiar montañas…

Pero seguimos, no nos quedamos en eso y jugamos a relativizar los pensamientos dramáticos y es que todo no tenía porque convertirse en un teleteatro, podía ser más simple y concreto... Descubrimos y descubrió para su sorpresa, que podía ser la protagonista de su historia sin ser la víctima a rescatar... Fuimos recortando pensamientos negativos y convirtiéndolos en productivos, pensamientos que convertían todo obstáculo como desafío, toda dificultad como una manera de salir más fortalecida...

Aprendimos que un dolor muscular moderado, cuando uno entrena, es algo normal y da cuenta de que estamos entrenando y poniéndonos fuertes para el desafío... Y nos encontramos con espejos que había que atravesar, con ideales a cuestionar y también con la alegría que deviene al estar planificando un objetivo... Narramos guiones y fuimos protagonistas de diversas visualizaciones que cada vez hacían más vívidas las escenas a transitar...

Aprendió a respirar cada vez más tranquila y profundamente, pudiendo llevar a cabo diversas relajaciones para los diferentes momentos donde necesitara controlarse...
Nos emocionamos hasta las lágrimas por momentos y sonreímos a carcajadas en otras oportunidades...

El objetivo fue el Lanín y así lo disfrutó ella, acompañada de la construcción de estrategias psicológicas que le ayudaron y la apoyaron para los momentos difíciles... Encontrando en el mismo proceso del entrenamiento la alegría... Pudo disfrutar, pudo sentir la adrenalina de la incertidumbre de lo que iba a ser, pero sin que el miedo llegue al pánico paralizante... Pudo llevarlo a cabo tomando precauciones, estando atenta y concentrada en todo momento, sin que ello implique dejar de disfrutar de cada paso dado, aún frente al cansancio. Llegó al momento del desafío y le dijo al Lanín lo que tantas veces había imaginado: "Por fin te tengo enfrente".

La Psicología del deporte, es una ciencia relativamente nueva que se ha integrado cada vez más en el mundo del deporte y de los corredores en particular. Hoy existe un consenso cada vez mayor de que entrenar la cabeza no está asociado necesariamente a problemas, conflictos o patologías, sino que se relaciona más bien, con el desarrollar, potenciar y optimizar los recursos que el deportista posee y con la construcción de herramientas mentales para que pueda brindar su mejor versión.

Cuando uno decide comprarse unas zapatillas y empezar a correr, sin darse cuenta, está tomando una decisión mucho más profunda, la de entrenar de manera completa, de manera integral y en ese camino será imposible separar la mente del cuerpo. Artículo construido con el trabajo realizado con Bettina Aguirre, una corredora y senderista, además de hermosa y cálida persona, con la que en la actualidad seguimos trabajando y fortaleciendo sus herramientas mentales.

La excelencia no es un acto de un día, sino un hábito.
Tu eres lo que repites en muchas ocasiones.
Shaquille O´Neal

Por Sabina Rodriguez. Trail y ultra trail runner. Psicóloga del deporte.

"El desafío está en hacerle frente a lo imposible. Los sueños, con compromiso, pueden cumplirse".

Volver al HOME

Compartir / Imprimir

Newsletter