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Las diez montañas más emblemáticas de Suiza

¿Qué sería de Suiza sin sus innumerables montañas? ¡No mucho! Estas 10 cumbres sin duda despuntan entre las demás, ya sea por su forma especial, su altitud o su historia. Vale la pena subir a ellas, escalarlas o, por lo menos, observarlas desde una segura distancia.

1. Cervino. La cumbre de las cumbres

El Cervino es un símbolo de Suiza: la gigantesca montaña en forma de pirámide es la cumbre más fotografiada del mundo. El primer ascenso a esta montaña de 4478 metros, realizado en el año 1865 y que costó la vida a cuatro de los siete alpinistas, cambió para siempre esta región, hasta la fecha sumamente aislada. El Cervino cobró fama mundial y se convirtió en objetivo de ambiciosos alpinistas. Quien desee admirar el Cervino sin realizar grandes esfuerzos puede dirigirse desde Zermatt al Pequeño Cervino (Matterhorn glacier paradise). Es además la estación de funicular más alta de Europa (3833 m).

2. Jungfrau. La montaña tras el yugo (Joch)

La Jungfrau es con sus 4158 metros la tercera montaña más alta de los Alpes berneses y junto con el Eiger (izquierda) y el Mönch (centro) forma un emblemático trío. El nombre Jungfrau (Virgen) tiene sus orígenes en la pradera alpina de Wengernalp a los pies de la montaña: esta se llamó también Jungfrauenberg (montaña de la Virgen), en honor de sus propietarias, las monjas del monasterio de Interlaken. Lo máximo que uno se puede acercar a la Jungfrau es al puerto de montaña Jungfraujoch, situado a 3454 metros s. n. m. y que también recibe el nombre de Top of Europe.

3. Rigi. Rigi Kulm

La reina de las montañas ya provocó el entusiasmo de Mark Twain
Hace más de cien años, los aventureros y románticos -entre ellos Mark Twain- viajaban hasta la Rigi para dejarse cautivar por el panorama de las cumbres. A la Rigi también se la llama reina de las montañas, en referencia a su origen del latín (Regina montium), poniendo de relieve la sublimidad y belleza de la montaña. La situación de la Rigi también es regia: se inserta de manera feudal entre los lagos de Lucerna, Zugersee y Lauerzersee. Además, en 1816 se inauguró en Rigi Kulm la primera posada de montaña de Suiza.

4. Eiger. La montaña con la temida cara norte

La cara norte del Eiger es con sus más de 1800 metros una de las mayores caras nortes de los Alpes, y el sueño de muchos escaladores de toda Europa de ser los primeros en coronarla. En 1938, después de muchos intentos, una cordada de cuatro personas logró por primera vez la subida completa a través de la vertiente norte. Mientras que las primeras cordadas necesitaron varios días para coronar el ascenso, el récord actual es de 2 horas 22 minutos (una proeza del intrépido escalador fallecido Ueli Steck, el 16 de noviembre de 2015). En el Eigertrail a los pies de la cara norte se puede disfrutar de forma segura de algo del ambiente de escalada.

5. Säntis. La montaña con vistas a seis países

Con buenas condiciones meteorológicas desde el Säntis, a 2502 metros de altitud, pueden verse Suiza, Alemania, Austria, Liechtenstein, Francia e Italia. La montaña más alta de la región de Alpstein es un popular destino para hacer excursiones y senderismo, así como el símbolo de la región del lago de Constanza. Esta montaña que se divisa desde la lejanía también es conocida por sus extremas condiciones meteorológicas que, por lo demás, solo se presentan en alta montaña.

6. Schilthorn. De cómo James Bond llegó al Schilthorn

El alemán Hubert Fröhlich viajó por los Alpes en busca del lugar de rodaje perfecto para su próxima película de James Bond. En 1968 llegó a Grindelwald y descubrió el Schilthorn con su nueva estación en la cumbre, perfecto para el «Piz Gloria» ficticio que tanto tiempo había buscado. Dado que el edificio en la cumbre todavía no se había terminado, se llegó al siguiente acuerdo: los funiculares Schilthornbahnen ponían a disposición el lugar de rodaje y, a cambio, los productores cinematográficos pagaban la modernización permanente del edificio en la cumbre. Todo un éxito: de octubre de 1968 a mayo de 1969 tuvo lugar el rodaje de «Al servicio de su majestad». En la exposición interactiva «Bond World 007» en el edificio de la cumbre, los turistas podrán conocer todos los detalles de este espectacular rodaje.

7. Dufourspitze. La cumbre más alta de Suiza

Con sus 4634 metros, Dufourspitze es la cumbre situada a más altura de Suiza. Es una de las diez cumbres principales del poderoso macizo Monte Rosa. El pico Dufour compite con el Dom por proclamarse la montaña situada a mayor altura en territorio suizo. La primera ascensión al Dufourspitze tuvo lugar el 1 de agosto de 1855 con una cordada encabezada por el inglés Charles Hudson, quien participó en la primera ascensión al Cervino en 1865 y falleció a consecuencia de un accidente mortal. Quien desee admirar este pico de récord desde una distancia segura puede dirigirse al Gornergrat, encima de Zermatt.

8. Pilatus. Berglandschaft, Pilatus

Mago del tiempo, refugio de dragones, hogar de gigantes y tumba de soberanos
La montaña local de Lucerna, Pilatus, es uno de los lugares más envuelto en leyendas de la Suiza Central. Se dice que en 1420 cayó del cielo una piedra de dragón, que el gobernador romano Poncio Pilato está enterrado en el lago Pilatussee, y que un hombre petrificado hace guardia delante de una cueva. Lo que es indudable: el macizo de 2132 metros de Pilatus ofrece en días claros unas vistas panorámicas que incluyen 73 cumbres alpinas.

9. Niesen. Una pirámide en los Alpes

La perfecta forma piramidal del Niesen ha inspirado a distintos artistas en sus representaciones, por ejemplo, a Ferdinand Hodler (1909), Paul Klee (1915) o Cuno Amiet (1926). Puede accederse fácilmente a la cumbre de esta pirámide de 2362 metros con el funicular desde Mülenen, o tras cinco horas por rutas de senderismo. Algo más de esfuerzo deben hacer los competidores de la tradicional carrera del Niesen con la escalera más larga del mundo (11 674 escalones); por lo demás, no está permitido el acceso a la escalera que transcurre paralela a los raíles.

10. Piz Bernina. El cuatromil sin nombre

El 13 de septiembre de 1850, el joven agrimensor Johann Coaz y sus ayudantes llegaron a la cumbre más alta de la Engadina y de la Valtelina italiana. A la montaña de 4048 metros la bautizaron Piz Bernina. La Oficina federal de topografía de Suiza le confió a Coaz el encargo de medir las dimensiones de la cumbre hasta entonces sin nombre. Hoy es una realidad: el Piz Bernina es el único cuatromil de los Alpes orientales y la montaña más alta del cantón de Graubünden. Se disfruta de una bella vista del cuatromil desde la estación de montaña de Diavolezza.

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