Outdoor
Senderismo: caminos de Suiza
¿Desea llegar hasta la cumbre de una montaña o prefiere caminar por prados alpinos o a través de frondosos bosques?. ¡Usted decide!. Gracias a una red de senderos balizados de más de 65.000 kilómetros, puede llegar a pie prácticamente a cada rincón de Suiza. En senderos perfectamente señalizados y tan variados como la naturaleza, el camino es la meta
10 excursiones a pie por Suiza. Para sentir plenamente la primavera. Por fin la vida florece de nuevo. En estas diez excursiones a pie, todo gira en torno al maravilloso despertar de la primeravera.
1. Dejarse embelesar por el esplendor de los cerezos en flor.
El sendero de las cerezas, en el valle de Frick, deja a los senderistas boquiabiertos en primavera y con un magnífico sabor de boca en verano.
2. Caminar hasta el lugar donde los elfos hacen de las suyas.
En la garganta Gorges du Nozon, cerca de Romainmôtier, al excursionista le aguardan magníficos saltos de agua.
3. Admirar tulipanes únicos en el mundo.
En el margen del sendero de los tulipanes en Grengiols, un pequeño pueblo del Valais, podemos encontrar una rareza: el tulipán de Grengiols.
4. Hablar por los codos en el Parc Ela.
Disfrutar de la primavera en la montaña en el parque natural más grande de Suiza tan pronto como la nieve desaparece también de las alturas.
5. Asistir al encanto de la floración en Turgovia.
En el sendero de las manzanas de Altnau, en Turgovia, los excursionistas descubren por qué a esta región también se le denomina «Mostindien» (la India del mosto) y por qué es especialmente hermosa en primavera.
6. Dar la bienvenida anticipada a la primavera en el Tesino.
Una florida excursión lleva a los senderistas hasta el monte San Salvatore, la montaña mirador de Lugano, y desde allí, recorriendo el jardín botánico San Grato, hasta Morcote.
7. Nadie quiere perderse los narcisos.
En el sendero de los narcisos, situado más arriba de Montreux, el senderista tiene la sensación en mayo de caminar por un mar de flores mientras disfruta de una maravillosa vista panorámica del lago Lemán.
8. Inaugurar la temporada de montaña con las primeras rosas de los Alpes.
Cuando se ven las primeras rosas de los Alpes en el margen del camino uno sabe que la temporada de senderismo en la montaña está oficialmente abierta. Es lo que sucede por ejemplo en el paraíso del senderismo de Isenfluh-Sulwald, cerca de Lauterbrunnen.
9. Dar la bienvenida a la primavera en la frontera lingüística.
Pasar por el romántico y agreste valle del Galtern y después disfrutar de un «café au lait» en el casco histórico de Friburgo.
10. Recorrer el sendero del lago de Lucerna en primavera.
Como sacado de una postal: el sendero que bordea el lago de Lucerna resulta especialmente hermoso en primavera.
1. Dejarse embelesar por el esplendor de los cerezos en flor.
El sendero de las cerezas, en el valle de Frick, deja a los senderistas boquiabiertos en primavera y con un magnífico sabor de boca en verano.
2. Caminar hasta el lugar donde los elfos hacen de las suyas.
En la garganta Gorges du Nozon, cerca de Romainmôtier, al excursionista le aguardan magníficos saltos de agua.
3. Admirar tulipanes únicos en el mundo.
En el margen del sendero de los tulipanes en Grengiols, un pequeño pueblo del Valais, podemos encontrar una rareza: el tulipán de Grengiols.
4. Hablar por los codos en el Parc Ela.
Disfrutar de la primavera en la montaña en el parque natural más grande de Suiza tan pronto como la nieve desaparece también de las alturas.
5. Asistir al encanto de la floración en Turgovia.
En el sendero de las manzanas de Altnau, en Turgovia, los excursionistas descubren por qué a esta región también se le denomina «Mostindien» (la India del mosto) y por qué es especialmente hermosa en primavera.
6. Dar la bienvenida anticipada a la primavera en el Tesino.
Una florida excursión lleva a los senderistas hasta el monte San Salvatore, la montaña mirador de Lugano, y desde allí, recorriendo el jardín botánico San Grato, hasta Morcote.
7. Nadie quiere perderse los narcisos.
En el sendero de los narcisos, situado más arriba de Montreux, el senderista tiene la sensación en mayo de caminar por un mar de flores mientras disfruta de una maravillosa vista panorámica del lago Lemán.
8. Inaugurar la temporada de montaña con las primeras rosas de los Alpes.
Cuando se ven las primeras rosas de los Alpes en el margen del camino uno sabe que la temporada de senderismo en la montaña está oficialmente abierta. Es lo que sucede por ejemplo en el paraíso del senderismo de Isenfluh-Sulwald, cerca de Lauterbrunnen.
9. Dar la bienvenida a la primavera en la frontera lingüística.
Pasar por el romántico y agreste valle del Galtern y después disfrutar de un «café au lait» en el casco histórico de Friburgo.
10. Recorrer el sendero del lago de Lucerna en primavera.
Como sacado de una postal: el sendero que bordea el lago de Lucerna resulta especialmente hermoso en primavera.
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